viernes, 23 de febrero de 2007
DIAS NUBLADOS
Tener la sensación de ir a contracorriente en un momento dado es agotador desde todos los puntos de vista, el cuerpo o la mente, nuestra energía se agota como si una losa cayera sobre ti. Hablo de esos momentos en los que todo parece, y digo parece, ponerse en tu contra, incluso el tiempo, que parece haber amanecido nublado con el simple propósito de acompañarte. En esos momentos en los que después de intentar buscar mil y una soluciones, nada ayuda y es mejor dejar pasar el tiempo y que todo se organice por si solo.
Cuando las cosas se tuercen es cuando más vulnerables somos. En ese momento da igual de donde venga el viento porque la rama débil del árbol se dobla hacia cualquier lado, con el riesgo de partirse.O eso es lo que sentimos cuando estamos cubiertos de "fango". Sin embargo, cuando las horas, los días, las semanas, los meses y los años pasan y volvemos la vista atrás, sonreímos recordando lo que pudo ser y no fue, gracias en parte a nosotros.
Probablemente, si en este momento nos ocurriera lo mismo por lo que entonces llorábamos, hoy no actuaríamos de la misma forma, bien aconsejados por nuestro recuerdo. De esta manera, la ramita débil del árbol se ha convertido en una rama fuerte que necesita más que una ráfaga de viento para hacerla moverse.
Por eso, cuando llega un momento de inestabilidad en mi vida siempre pienso, acertadamente por cierto,: ¡¡¡¡ EN POCO TIEMPO...ME REIRÉ DE ÉSTO !!!!
Ah, y nunca dejo de aconsejar esto a mis amigos, verdad????
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