martes, 31 de julio de 2007

BODA RICARDO Y MARTA - INOLVIDABLE -





Cómo no iba a decir nada en mi pequeño espacio, en ese espacio donde puedo decir cualquier cosa, sobre el día tan maravilloso que pasamos muchos de nuestros amigos juntos.

Voy a empezar diciendo los espectaculares que íbamos las CQC, pese a quien pese, elegantes, finas, monísimas, y de los colores UE SE LLEVAN AHORA, ... ellas me entenderán, verdad chicas???

Fue una boda realmente increíble, todavía me sigue emocionando ver a Ricardo saliendo del cohe vestido de ¡¡¡ NOVIO !!!,Ricardo, nuestro Ricardo (alucinante), ver a Marta entrar en la iglesia vestida de novia del brazo de su padre, verlos bailar abrazados aquella preciosa balada que nos dejó a todos con lágrimas en los ojos (a alguno esas lágrimas llegaron a salir él todo),...

La verdad es que no sólo fue la boda, los "preparativos" no tuvieron desperdicio, hacía muuuuucho que no me reía tanto y con tantas ganas en tan poco tiempo. Era justo lo que en estos momentos estaba necesitando. Nos reimos, gritamos, dijimos barbaridades, algunos mas que otros, tb nos sonrojamos, maquinamos perrerias para los novios,...

Y en el banquete todo salió a la perfección, no sólo aquello que los novios habían organizado desde hacía tanto tiempo, sino también todo lo que nosotros habíamos preparado, jejejeje.....

No se puede negar que somos de pueblo, y exactamente de Berrocal, pues si los amigos de la novia les llevaban unos globitos de varios colores en forma de corazón con peluche y confeti dentro, nosotros vamos con toda nuestra geta y les plantamos encima de la mesa un SACO DE PIENSO con la espiga de siete personas dentro (entre otras "putaditas")...los invitados nos miraban alucinando,... es difícil de explicar.

Ah, y no puedo dejar de decir lo importaqnte que fue para mi que Ricardo, sin pensárselo dos veces, se pusiera la camiseta de los Melopeas que envolvía el saco, y que los demás pensaran en colocarla ahí como algo significativo. Sigo pensando que en el fondo, muchos (no digo todos) echamos de menos aquella destartalada peña o lo que un día fue para nosotros. La pena fue no tener otra para dársela a Marta que indicara que "aunque te pese ya eres una de los nuestros".

Gracias por ese momento y por muchos otros del día.